Lo que nos recuerda la isla de Maui

Por: María Marín

¿Quién hubiera imaginado que uno de los lugares más paradisiacos del mundo sería invadido por furiosas y gigantescas bolas de fuego, volviendo en cenizas tantas vidas, hogares y sueños? Lo que acaba de pasar en Maui, Hawái es un aviso más del calentamiento global, pero también es un recordatorio claro de cuán efímera es la vida.

Y es que todos entendemos que lo único garantizado en esta vida es que un día vamos a morir, sin embargo muy pocos viven conscientes de que el tiempo suyo y el de sus seres queridos en la tierra puede ser mucho más corto de lo que se imaginan. ¿Alguna vez te has preguntado de qué te arrepentirías si fueras sorprendido mañana por la muerte?

Estudios han mostrado que en su lecho de muerte gran cantidad de personas sufren inmensamente por no haber hecho cosas que toda su vida desearon hacer. Ojalá la siguiente lista de pesares (basados en estudios) te sirva de inspiración para evitar esos arrepentimientos al final de tu propia vida.

No haber vivido la vida como realmente querían y ser más felices: Deja de ser de una u otra forma por simplemente complacer a otros. Llénate de valor a diario para que hagas lo que deseas hacer y para que expreses libremente lo que sientes, sin prejuicios, ni temores al “¿qué dirán?”.

Ser esclavos del trabajo y no haber disfrutado lo suficiente de sus hijos ni de su pareja: Ninguna de las cosas materiales que compres para tu familia podrá compensar el tiempo que no dedicas a ellos. Busca la forma se separar tiempo de calidad para ellos, donde les preste 100% de tu atención. ¡Prohibido estar pegado al celular!

No haber expresado sus sentimientos y permitir que otros decidieran por ellos: Aunque te cause ciertos conflictos con otros, expón claro que tomarás tus propias decisiones. Y aunque te gustaría recibir aceptación por parte de otros, pide que al menos respeten tus decisiones.

Olvidarse de los amigos y no haber pasado más tiempo con ellos: Contacta ahora mismo esos amigos que te gustaría ver y abrazar. Planifiquen verse y si no es posible, al menos organicen una llamada para ponerse al día.

Vive como si fuera el último día y serás tan feliz que no te quedarán arrepentimientos.