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CHULA VISTA.- Tras años de trabajo, dedicación y empatía Patricia Álvarez de los Cobos se ganó uno de los reconocimientos más especiales que una persona puede lograr: la instauración de un día en su honor.
Su trabajo en favor del desarrollo económico de la región fronteriza y la unidad y coordinación empresarial, representantes del gobierno federal y de las legislaturas federal y estatal, hicieron un justo reconocimiento a Patricia, durante su despedida como presidenta de la Junta del Consejo de Desarrollo Económico del Sur del Condado (SCEDC, por sus siglas en inglés), al declararse el 11 de julio como “Día de Patricia Álvarez”.
Una oportunidad invaluable
“Para mí ha sido una oportunidad muy importante haber sido elegida presidenta del Consejo de Desarrollo Económico del Sur del Condado, sobre todo en esa época que es exactamente cuándo salíamos o queríamos salir de la pandemia y todavía estábamos teniendo juntas a través de ‘zoom’ y era muy difícil conectar a negocios con otros negocios”, dijo.
“Hicimos especialmente el foro económico este año y el foro binacional”, destacó, “el papel que juega esta organización es muy importante también que se nos vea como una región porque eso somos. Para nosotros no hay una frontera. Sí somos dos países, pero creo que podemos alinear siempre los intereses de la región, abogando y haciendo siempre notar que el valor económico de la región es enorme. Tanto la afluencia de estadounidenses y de comercio que va a Tijuana como la derrama económica que nos dejan”.
Y recordó en entrevista con CELEBRANDO LATINAS MAGAZINE que “se trata también de traer lo mejor de esta región. Yo veo al sur del Condado un crecimiento increíble, especialmente en Chula Vista”, continuó Álvarez de los Cobos, “con el (proyecto) de Bay Front. Los desarrollos que estamos viendo, que están avanzando. Es algo increíble, me da muchísimo gusto ser parte de esta comunidad que tiene ese crecimiento, que tiene esas ganas; espero y deseo que todos nos unamos sin tener ningún partido ni afiliación, pero que todos seamos uno para el progreso de esta región”.
“Lo primero que tenemos que hacer es ver el progreso de esta región y olvidarnos de intereses secundarios”, dijo reafirmando su convicción en favor de la unidad y al margen de intereses partidistas, de grupo o personales.
Profunda huella en la Comunicación
Nacida en Quincy, Illinois, su madre tuvo la visión de registrar a sus hijos como ciudadanos estadounidenses nacidos en el extranjero.
Esta decisión resultaría ser una semilla del futuro de Patricia en este país. De niña asistió al Colegio Francés del Pedregal, una escuela religiosa en la Ciudad de México con altas expectativas académicas y bases multiculturales.
Patricia nos cuenta que sigue conectando con los amigos de la infancia que hizo allí. Al graduarse de la escuela secundaria, México se encontraba en una situación social complicada para los estudiantes; las protestas del 68 y las dificultades que enfrentaron las instituciones académicas no fueron óptimas.
Por eso, Patricia decidió trabajar como secretaria en una fábrica de hilos. Ella pudo hacer esto porque en la escuela secundaria tomó el curso de taquígrafa. Siente que aunque fue muy bonito empezar una vida profesional, fue un error porque uno tiende a enamorarse del dinero y deja de lado la educación.
A partir de ahí, decidió irse a Europa por un año y, cuando regresó, pudo retomar su puesto en la misma empresa. Después de un tiempo, comenzó a trabajar para Interdata, una empresa alemana donde descubrió su pasión por el marketing.
Interdata es una empresa de investigación de mercados farmacéuticos donde aprendió a realizar presentaciones comerciales y promocionales a importantes laboratorios. Su esfuerzo llamó la atención de uno de los laboratorios donde continuó su carrera.
Aunque su carrera profesional estaba en el campo farmacéutico, la vida tenía otros planes para ella. Una de sus mejores amigas se había casado con el Sr. José Luis Guasch, quien la invitó a venir a San Diego a trabajar con él en 1989.
Patricia llegó a San Diego sin conocer a nadie, con su familia lejos pero con espíritu aventurero y abierta a nuevas experiencias.
Junto con su amigo Pascal y el Sr. Guasch, Patricia comenzó de la nada, alquiló un apartamento y se arremangó para el nuevo proyecto al que se enfrentaba.
«Empezamos de cero, fuimos los pioneros, una experiencia hermosa».